Capítulo 5: Más puré, cerveza e historias.

Brendan me gritó algo al oído que no pude descifrar, pero observé que me hacía señas con la cabeza hacia fuera del Babilonia, yo estaba empapado de sudor y no me gustaba realmente este sitio, así que le seguí sin preguntar, agarrando al tambaleante Johnny y arrastrándole por las escaleras hacia la calle.


En el portal de enfrente vimos a Otto con un collar de flores hawaiano, vomitando. La verdad es que normalmente me divierte y me resulta en cierto modo cómico la forma en el que la comida, a veces sin digerir, sale de un cuerpo humano. Esas convulsiones del estómago y ese sonido repulsivo… tiene su encanto, pero no cuando lo que estás viendo salir despedido de la garganta de un amigo tuyo es precisamente lo que tú mismo acabas de cenar hacía apenas unas horas, las fabulosas hamburguesas del Al’s backyard, con su carne, su lechuga, su cebolla y su tomate; en su conjunto sinónimo de perfección culinaria a un precio más bajo que nuestro nivel de cordura.

Brendan nos guió un par de calles hasta el Belgian, el primer sitio de la noche que me resulta agradable en todos los sentidos: iluminación perfecta, toda clase de cervezas y vasos limpios.

Según entramos pedí dos jarras de cerveza para Brendan y para mí, y tres whiskys con hielo para Otto, Danny y Johnny; aunque Otto no lo quiso y me lo bebí yo de un trago. Brendan y yo nos apoyamos en la barra mientras los demás preparaban un juego de mesa en la esquina del bar, empezamos a beber.

-¿Dónde está Thiago?-pregunté.

-¿No te acuerdas en serio?-me contestó sorprendido.

Yo resoplé, pensé unos segundos y dije:

-La verdad es que no me acuerdo de nada, tío. Estaba en Umbrella y luego en el Babilonia con vosotros… ¡joder, pedazo de ciego que arrastro! ¿Y qué es esto?-advertí que en mi brazo tenía escrito “Pez espada”, Brendan se rió sorprendido.

-No me creo que no te acuerdes de nada… ¿quién te hizo eso?

-No sé-respondí-tal vez sea la clave.

-¿Qué clave, tío? Estás loco, joder. Mira te voy a contar lo que hicimos a ver si te refrescas.

Brendan me contó que unas amigas suyas que me conocían de vista me habían visto llegar a Umbrella Square, luego ellas habían ido al Babilonia donde todos estaban celebrando que Otto había ganado el juego, allí se encontraron con “El Comadreja” y le contaron que me vieron, así que él se acercó por ahí y me encontró con una botella de Jack Daniels vacía tumbado en un banco. Me llevó casi a rastras hasta el Babilonia, donde me caí por las escaleras, lo que explicaba mi codo sangrante, dejé la botella en una de las cornisas de la pared para dejar los vasos y fuimos al Bamboo Lake a jugar con monedas y vasos. Charlie no fue con nosotros porque se había ligado a una polaca o ucraniana en el Babilonia y Danny nos dijo que había quedado con otra gente en ir a tomar tequila no sé dónde. Estuvimos como una hora jugando a meter monedas en los vasos haciendo que rebotasen en la mesa y bebiendo vino con gaseosa, Thiago nos dio una buena paliza porque él estaba bastante sobrio. Luego ellos quedaron en ir al Colour Side, otro garito de música actual, es decir, música para el rebaño. Brendan me dijo que yo no quise entrar y que me había ido solo a buscar a Danny, y que luego me encontraron corriendo por la calle y me llevaron al Al’s backyard, y hasta ahí ya recordaba más o menos lo que seguía.

-¿Pero dónde carajo está Thiago?-pregunté con impaciencia, yo iba ya por la segunda jarra y necesitaba mear-¿Sabes qué?-añadí-Ya me lo cuentas ahora en un segundo que voy a mear que me va a estallar la polla.

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